lunes, 8 de febrero de 2010

Silan y los estudiantes.

Quiero referirme a nuestra visita y encuentro en el instituto Vega Mijas de la pasada semana y que anunciábamos convenientemente en esta misma sección. Lo primero felicitar a Isabel Hermoso, profesora de este instituto por la organización del evento, felicitación que hago extensible a todos sus compañeros y trabajadores del centro. Lo primero que tengo que remarcar es que tanto estudiantes como profesores no son esas especies humanas en guerra permanente que aparecen en los noticiarios, esa peleas, abusos... etc. Muy al contrario son personas que tratan de encontrar como todos su camino en la vida y transitar siguiendo los modelos que creen más acertados. Nosotros fuimos a dar la información que disponemos después de diez años en el gremio y estos son los puntos que más llamaron la atención de los asistentes, y que dejo aquí para conocimiento de quien lee.
Las preguntas y dudas se dirigieron al mundo del clouding, es decir programar los programas que hasta ahora funcionaban en local para que lo hagan en Internet. Con la demanda de seguridad y prestaciones que esto conlleva. Las preguntas fueron afinadas y los estudiantes son conscientes del desafío.
No menor fue el interés por el gran gigante, Google, ya no Microsoft. Destacamos en la charla cómo habían logrado que todos pasáramos por su aro. Y cómo desmontó el trabajo de los diseñadores web en favor de la programación que a ellos les conviene. Por dónde seguirá el camino es algo que quedó en el aire si bien todos vimos la necesidad de no caer en un gran monopolio de Internet por parte de esta empresa.
La pregunta estrella tanto para el diseño como para la programación, y no podía ser de otro modo, fue ¿Y cuánto se cobra en una empresa de Internet/Informática? Y “¿A cuánto la web o el programa en cuestión?” Mi compañera y yo fuimos a mojarnos con las respuestas, así que después de quejarnos del estado del país en todo lo tecnológico, factura que ahora pagamos todos porque España se ha colocado en el furgón de cola de los países economicamente avanzados precisamente por evitar y limitar la inversión en investigación y tecnología. Justo los pilares de la nueva economía mundial de hoy y sobre todo del futuro. Pues eso, después de poner en su sitio a las administraciones, tanto la actual como las anteriores... concluimos que se preparen para un sueldo de mileurista. Pero sobre todo que se formen fuertemente porque este es un trabajo que se puede realizar de manera autónoma con ciertas garantías. En cuánto la mejor manera de saber el coste de una web es contar con un buen briefing, es decir, resumen de lo que el dueño de la web quiere. Y luego ajustar el coste. Hablamos de que se está subvencionando hoy en día entorno a los 1500 euros para comenzar el primer año de andadura en Internet. Así que podemos establecer que para esta zona ese es un precio razonable para una web concreta sin grandes alardes pero contando con las prestaciones básicas exigibles si se quiere ser competente. El capítulo dedicado a lo económico lo vinimos a cerrar para los proyectos centrados en programas informáticos y horas de reparación de equipos, etc. Aconsejando para lo primero que siguieran a rajatabla el ciclo de software, esto es groso modo:
Detectar necesidades – Especificaciones – Desarrollo – Últimas Incorporaciones demandadas – Entrega – Depuración – Actualizaciones Y en cuánto a las horas de reparación, consulta, etc. Cobrar al menos lo que cualquier autónomo tipo fontanero, mecánico, etc. Es decir unos 35 euros/hora mínimo.
El encuentro terminó con las grandes expectativas que hay puestas en la web 3.0, también conocida como semántica o inteligente, por la cual una web mantiene prácticamente una conversación de tú a tú con el usuario en virtud de lo que la web entiende (como si fuese uno de nosotros) lo que el humano le está pidiendo. Un capítulo que está por escribirse en la historia de la humanidad pero que ya cuenta con algunos renglones bien escritos, algunos de ellos en Málaga como bien indicaban en la charla los profesores.
Termino dando las gracias por el servicio público de información que realizó este periódico al cubrir la noticia aunque -chicas- en la foto me sacaron más gordo de lo que estoy.